TRADICIONES:
Las
tradiciones jalapanecas se vislumbran al amparo de sus ferias titulares y días
festivos o fiestas de guardar que se celebran con tanta devoción. La feria titular de Jalapa, se celebraba del
25 al 31 de diciembre de cada año, luego fue adelantada para el 20 al 26 de
diciembre, la cual por ser fiestas hogareñas no tuvo el auge deseado, a pesar
que se mantuvo por muchísimos años.
Luego
se instituyo una nueva feria titular, allá por el año 1970, la famosa pero poco
ponderante Feria de la Cruz, la cual
celebrada del 1 al 5 de mayo, de la cual solamente se celebraron cinco ferias,
pues la de 1976 no se llego a celebrar por el terremoto de ese año y allí se
perdió el interés por la feria de mayo, luego se vinieron celebrando únicamente
actividades cívicas para las fechas de independencia, del 10 al 15 de
septiembre, después de haber quedado flotante la feria, al grado que el pueblo
venía asimilando de mejor forma estas fiestas, por lo que se elevó a ciudad y
por Decreto 767-84 de fecha 6 de septiembre de 1984, la feria esta instituida
como titular del 8 al 15 de septiembre de cada año, la que ha venido tomando
auge en todo el sentido de la palabra.
Se
dan otras celebridades, tal es la ocasión de mencionar, el día de “Los Santos”,
reuniéndose la mayoría de la población en el cementerio Municipal, para adornar
con flores artificiales y naturales a sus difuntos, llevando el mismo tiempo
sus viandas para almorzar a la par de los mausoleos. Esta la tradición católica de la “Semana
Santa”, en donde se celebraba la vida, a pasión y muerte de Nuestro Señor
Jesucristo, la que se inicia desde el Carnaval, la cuaresma hasta la
resurrección, se realizan vistosas procesiones llenas de solemnidad, en la que
participa una gran parte de la población.
Esta la celebración del día de “San Juan”, la que un grupo de
entusiastas jóvenes vienen celebrando cada año en los barrios El Porvenir y San
Francisco. Esta feria cantonal es muy
vistosa por sus demás tradiciones del día 24 de junio, la comunidad indígena de
la Montaña de Santa María Xalapán celebra cada año el día del señor
Crucificado, 14 de septiembre y el día de la Virgen, el día 18 de diciembre,
con rimbombante presencia de su cultura y folklore y lo que más llama la
atención de los habitantes de Jalapa es la celebración del día de Jesús de la
Buena Esperanza, la que se verifica el
último día domingo del mes de enero de cada año, es una fiesta religiosa
del barrio La Esperanza y la solemnidad se cierra en el Oratorio de Jesús de la
Buena Esperanza, bajo las ordenes eclesiásticas de Monseñor Emérito Miguel
Ángel García Arauz, hay asistencia de propios peregrinos.
COSTUMBRES
La
Cabecera departamental de Jalapa, cuenta dentro de sus costumbres con un marco
muy peculiar, al igual que algunos de sus municipios han mantenido las riquezas
de sus costumbres, como patrimonio de una raza criolla y motivos de una
idiosincrasia muy particular.
En nuestro municipio se ven esas costumbres,
tanto en la etnia indígena como en la ladina, aunque muy pocas costumbres
propias pero existen y es lo que cuenta.
Entre
las costumbres de los habitantes de nuestra etnea indígena podemos
mencionar
“Las noches de violines y guitarras” que viven los jóvenes en las aldeas de las
comunidades, en las pequeñas plazas de sus cantones, o bien a la orilla del
cerco de la casa de la pretendida, noches encendidas en serenatas con luz de
reflector. Otra de las importantes
costumbres dignas de mencionarse son el noviazgo, este inicia desde que el
padre del muchacho, conoce a la encantadora joven, le cuenta al casadero que
hay una muchacha que le gusta para él y que se la va a pedir, a lo que él
muchacho contesta en forma afirmativa un poco abochornado, que está bien. El padre va a platicar con el papa de la
muchacha elegida y ahí convienen la presencia del joven para que visite a la
muchacha, se conocen, aún sin siquiera agarrarse la mano, preparan la fecha de
la boda, es el padre de ella el que fija la fecha, mientras tanto el casadero
es quien tiene que trabajar duro para comprar las donas y demás
preparativos. La boda se celebra por lo
civil y luego por lo eclesiástico, ya en el baile es un hermano mayor el que se
la entrega oficialmente, si no hay hermano mayor es el papa, las madres se
encargan únicamente de echar la bendición a los contrayentes.
Teniendo
en cuenta las raíces, la religión Católica es la que impera en los moradores de
nuestras áreas rurales, cada vez que existe la necesidad de construir un
oratorio, salen y se visten de moros, bailan y piden contribución, el baile es
interrumpido por las famosas “bombas” en donde sacan a relucir a los presentes.
En
cuanto a las costumbres de la etnia Ladina, podemos mencionar la bicicleta,
esta es un vehículo que en nuestro medio lo utilizan casi toda la gente, por
ser una ciudad tan grande, con el fin de encaminarse a su trabajo, centros de
estudios, etc. Por las tardes venden el
famoso “Chilate”, atol con melcocha,
venden el
atol , marquesote, etc. Lo agradable es
cuando una vecina hace una comida no muy común le manda a la otra vecina, para
que lo pruebe, estas son costumbres pintorescas.
ARTESANIA
En
el área rural del Municipio de Jalapa, la artesanía juega un papel muy
importante, pues tanto las mujeres como los hombres se dan a la tarea de
confeccionar ollas de barro y comales que son de mucha utilidad en la cocina
costumbrista, las ollas para la cocción de los famosos frijolitos y los comales
para cocer las tortillas en forma espléndida, querellen salidas se pueden
acompañar de mantequilla de costal. Los
utensilios mencionados los confeccionan en la Aldea Achiote Jumay y caseríos
circunvecinos; utilizando para ello,
barro y arena luego de preparados los queman en hornos especiales para ponerlos
a la venta.
Como de todos
es sabido, la artesanía es la identificación de los pueblos en el horizonte de
la cultura. En la cabecera
departamental, la artesanía es puramente industrial y en grandes magnitudes,
entre las que se pueden mencionar: La Carpintería, la herrería vetusta, la
tenería, la zapatería y lo que más predomina es la alfarería.
La
alfarería se introdujo a Jalapa, por intermedio de la señora Juana Montenegro
en forma industrial en la última década del siglo XIX y el taller se ubico en
donde ahora se encuentra la Iglesia Bautista.
Fueron pioneros de esta industria alfarera, los señores Rafael Villagrán
Roberto y Jacinto Asturias y Don Victoriano
Aquino, todos procedentes de la ciudad de Antigua Guatemala y el
quezalteco Don Pablo Sanjay. Quienes
encontraron en Jalapa el barro adecuado para la elaboración de sus productos.
Luego
surgieron los primeros jalapanecos interesados en este arte entre ellos se
puede mencionar a los señores Santos Jerónimo, Daniel López y Roberto Reyes,
personas que se preocuparon por hacer crecer la industria alfarera en nuestro
medio, por lo que hoy es la industria de mayor elocuencia en la cabecera
departamental.
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